domingo, 1 de septiembre de 2024

¿Por qué trabajamos? En busca de sentido.

Eso mismo nos solemos preguntar muchos al apurar los últimos días de las vacaciones. Hoy, reseña mediante, puede ser un día tan bueno como cualquier otro para hurgar en la herida.

De los creadores de las mundialmente famosas charlas TED llega este formato de libros ultrabreves que no se andan con rodeos. El presente, como todos los de su sello, busca sintetizar todo el conocimiento acumulado por uno de los pensadores más reconocidos de su área. Se trata de tan solo 90 páginas que se leen en una tarde si no tienes hijos, o en todo un verano si es que otra es tu suerte.

La propia portada trata de ir al grano respondiendo en su subtítulo a la gran pregunta. Y esa respuesta que en sus páginas desarrolla ("en busca de sentido") quiere desmentir el lugar común según el cual no nos queda otra, trabajamos para comer, pagar las facturas, dormir bajo techo y, en definitiva, ganarnos la vida.

A esta visión crudamente materialista Barry Schwartz quiere buscarle las vueltas animándonos a profundizar algo más en la cuestión. Según él estaríamos escamoteando elementos importantes al análisis si nos centrásemos exclusivamente en el realismo de las nóminas, deudas y facturas. De hecho, afirma, contribuiríamos a empeorar las cosas. Nos propone, por tanto, adentrarnos en el terreno movedizo de lo subjetivo, los valores y las ideas en torno al trabajo.

Es completamente razonable, dado el estado actual de las relaciones laborales en el tardocapitalismo arrugar la nariz y acercarse con desconfianza a una obra que defienda hoy las virtudes del trabajo, pero démosle una oportunidad para ver qué nos tiene qué contar el señor Schwartz.

Las ideas del libro pueden resumirse en una por capítulo:
  1. Es erróneo y contraproducente pensar que cuando nos esforzamos en el trabajo lo hacemos movidos, principalmente, por la compensación económica.
  2. Prácticamente cualquier actividad puede satisfacer a las personas si su organización permite cierta variedad, control sobre la tarea, una complejidad sobre la cual se pueda desplegar un aprendizaje y, especialmente importante, un sentido o utilidad para los demás.
  3. Hasta el trabajo más interesante puede hacerse insufrible si prevalece la idea de que, en realidad, los trabajadores no quieren desempeñarlo. Este presupuesto conduce al excesivo control, a la fragmentación y mecanización de las tareas, el empleo de incentivos principalmente económicos y, en suma, se sabotea el aspecto moral a base de números.
  4. Las teorías sobre la naturaleza humana afectan a cómo la gente se comporta, lo cual ha generado profecías autocumplidas que deterioran gravemente la relación con el trabajo.
  5. De igual manera que diseñamos nuestras instituciones podemos diseñarnos indirectamente a nosotros mismos. Está en nuestra mano construir una organización del trabajo mejor.

Y así concluye. Se trata de un libro sencillo, algunos podrán afirmar que incluso algo ingenuo por optimista. Por no medir, aparentemente, la envergadura de todos los factores que convenientemente conspiran para que la organización del trabajo contemporáneo aniquile la implicación y creatividad de trabajadoras y trabajadores en pos de la eficiencia.

Y sin embargo nos equivocaríamos al desechar sus aportaciones, que por breves no dejan de ser ciertas, especialmente cuando pensamos en la etapa en la que nos encontramos, la del "capitalismo cognitivo", que consiste en el trabajo no sobre elementos materiales estandarizables, sino sobre las ideas, la creatividad individual y la capacidad de coordinar las inteligencias de cientos y a veces miles de personas en favor de tareas inimaginables en los albores del Taylorismo.

Para muchas otras tareas, tan ingratas y duras como siempre lo han sido, las palabras de Schwartz puede que no resulte sencillo llevarlas a la práctica, solo al alcance de virtuosos morales o personalidad muy particulares, como la del protagonista de la cinta japonesa "Perfect days" (2023).

Otro aspecto interesante del libro lo encuentro en sus coincidencias puntuales con la monumental "En deuda. Una historia alternativa de la economía", de David Graeber. En ella recorría la historia de la aparición del dinero y sus efectos erosivos en los lazos sociales de las comunidades humanas. Resuena con la propuesta de Schwartz cuando señala el carácter paradójico de ciertos incentivos económicos, capaces de distorsionar los motivos sociales de nuestra conducta. Un tema que resulta prioritario analizar cuando en tantas profesiones tradicionales se acusa una crisis de recursos humanos al tiempo que quienes las ejercen pasan a considerarlas como "tan solo un trabajo".

Por último, podemos encuadrar la mirada de Barry Schwartz sobre el trabajo como un "idealismo realista", quizás sin saberlo en la estela de Castoriadis. Afirmaba el sociólogo que la sociedad construía sus instituciones a partir de ideas, de un imaginario que daba paso a la realidad social más tangible. Esto nos habla del poder de las ideas, de las creencias, también de las ideologías y el marketing interno en nuestras vidas. Especialmente en el contexto de la vida laboral, sometida a una abundante propaganda que, según Dejours, sostiene enrevesadas estrategias defensivas frente al sufrimiento en el trabajo, avivando nuestro sentido común neoliberal y abonando tanto la impotencia como nuestro sometimiento.

Quizás en el futuro reseñemos un libro que ahora no puedo dejar de verlo como su complementario materialista: "Trabajo", de James Suzman. Pero eso será labor para otro día.

En fin, una lectura veraniega entretenida, no exenta de buenas ideas a pesar de desconocer la mucho más sutil, profunda y productiva psicodinámica del trabajo de Christophe Dejours.

Aquí os dejo el enlace a su charla TED (8 min) por si no tienes tiempo de para procesar esta entrada y has llegado hasta aquí leyendo en diagonal. Feliz regreso de vacaciones.


@JcamiloVazquez

Título: ¿Por qué trabajamos? En busca de sentido.

Autor: Barry Schwartz

Editorial: Empresa Activa

Colección: TED

Páginas: 100


No hay comentarios:

Publicar un comentario